A una exigencia de justicia, habrá que sumarle el oportunismo político y la rapacidad.
Sorprende realmente que a estas alturas de la pandemia, donde urgen las soluciones médicas, aparezca una denuncia por una compra, sin licitación, por un monto de 80 millones de dólares, para 2 mil 500 respiradores para atender a enfermos del coronavirus en los hospitales.
La compra la hizo la Presidencia de la República brincándose todas las reglas y normas legales para realizar un contrato y sobre todo de esa magnitud.
Al Partido Acción Nacional no le pareció gracioso que la presidencia se base arguya la emergencia para saltarse la ley y hacer un gastazo como ese, que además, a simple vista, no parece corresponder a una realidad.
De entrada, acusan que la compra se hizo a sobreprecio entre el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la empresa Levanting Global Servicios LLC, S.A.
Por eso acudieron a la Fiscalía General de la República para interponer la denuncia por lo que pudiera resultar en las presuntas irregularidades del contrato de adjudicación directa.
El dirigente del PAN, Marko Cortés, señala que la emergencia por pandemia del COVID-19 no puede ser pretexto para el mal uso de los recursos públicos y se debe ser trasparentes, señala.
Es claro que la Presidencia de México está actuando con rapacidad en este y en otros muchos casos, desde que se inició la Cuarta Transformación, miles de millones de pesos se han adjudicado en compras directas que de acuerdo a la ley, tendrían que ser vía licitación pública.
Lo que es indudable, es que hacia ambos lados hay oportunismo, político del uno, económico del otro.
Lo que es claro es que no debe suceder, no se puede usar la pandemia para hacer negocio, ni esta ni ninguna otra emergencia.
Se suponía que la actual administración acabaría con la rapacidad y están saliendo más dientones y coludos que los que estaban.
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Por cierto, los analistas estiman que derivado de la pandemia del coronavirus que está arrastrando las economías del mundo hasta el fondo, por la parálisis que exige en todos los órdenes para frenar los contagios, arrastrará a México hasta lo más profundo.
Lamentablemente, estos analistas ven que el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue obtuso y esa parálisis llevará al país a sus mínimos niveles económicos.
El Banco Interamericano de Desarrollo dice que la economía caerá hasta un 5.3% por los efectos de la pandemia por el confinamiento y los cierres de empresas, aunque en un escenario moderado, podría ser de entre un 2.3 y un 3.4%, lo que sería todavía manejable, duro, pero sorteable.
Pero la Coparmex señala duramente que si el actual gobierno mantiene la inacción, se pueden perder entre uno y un millón 500 mil empleos.
La negativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, de apoyar las medidas propuestas por la Iniciativa Privada, ya aplicadas en otros países, amenaza con agravar el golpe y la incertidumbre ocasionada por la pandemia.
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La alcaldesa María Eugenia Campos no solo escuchó el informe de avances del Plan Emergente para apoyar la salud y la economía del gobernador Javier Corral, sino que además fue la única que le envió un mensaje de felicitación.
Como lo anunció este Fisgón, Javier Corral estará cada lunes y jueves dando informes del avance del Plan Emergente y ayudando a la gente a que se acerque a los programas y pueda ser beneficiada.
Lo interesante es que en ninguna red social se leyó otro mensaje que el que todos los demás políticos compartieron celebrando el compromiso del gobernador con los sectores sociales y económicos chihuahuenses para apoyarlos durante la crisis del coronavirus.
La alcaldesa reconoció como efectivas las medidas que el 3 de abril puso en marcha el mandatario estatal para enfrentar la crisis, con un fondo de 3 mil millones de pesos que según parece se amplió a 3 mil 200 millones.
Lo menos que dijo Maru es que era un ejercicio transparente del gobernador con los ciudadanos y sin duda que el mensaje llegó a palacio, sobre todo porque no hubo otros.
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Hablando de ausencias, vaya que la gran pregunta que ronda en el aire es: ¿y los diputados apá?
Desde que les decretaron la cuarentena en las tareas congresistas no se han parado ni siquiera para ver si sale la quincena, mucho menos para ver si se ofrece algo a los ciudadanos que votaron por ellos.
Ninguno, hasta ahora, ha acompañado a la alcadesa capitalina, al gobernador Javier Corral, vaya, ni siquiera al alcalde de su respectivo municipio en busca de alguna gestión o para acompañarlo en las medidas que están tomando para enfrentar la crisis de salud y económica que está provocando el coronavirus.
Huyeron como esos animalitos orejones y coludos que son los primeros en abandonar el barco cuando hace agua.
Ninguno ha dicho que done su salario o que haga alguna compra para ayudar a la ciudadanía. Ni siquiera han visto si es real que en los hospitales hay lo que dicen para enfrentar la letal enfermedad.
Vaya, siquiera un mensaje de aliento en sus redes sociales, capaz que hasta las cerraron para que nadie sepa siquiera en donde se encuentran.