Alcaldes de Saucillo y Camargo son los primeros que rompen con las medidas estatales para la contención del coronavirus y convocaron a sus propias reuniones con Salud y el Ejército Mexicano.
El Gobierno del Estado se ha empeñado en controlar la información, porque así debe ser y aun así la desinformación reina por todos lados, porque por alguna extraña razón, sociedad y medios piden a gritos que el virus llegue a sus comunidades.
Pero volviendo al punto, se supone que alcaldes, autoridades de salud y las fuerzas del orden, todos forman parte de un Comando Estatal de estrategias y todo se deriva desde el Gobernador y a través de la Secretaría de Salud Estatal.
Pero ayer, dos de los aliados del gobernador, la de Saucillo, Aidé López de Anda y el de Camargo, Arturo Zubía, convocaron a la Secretaría de la Defensa Nacional y representantes de la Secretaría de Salud de sus municipios, para acordar sus propias acciones ante la emergencia sanitaria.
La de Saucillo pidió al Ejército realizar patrullajes, haga perifoneos y coloque retenes, para obligar a las personas a permanecer en sus casas si no tienen actividades “esenciales”.
Zubía también se sumó a la petición para que el Ejército haga patrullaje preventivo. En suma, ambos están estableciendo un toque de queda en sus municipios, porque claro que la milicia aceptó gustosa y pronta la petición.
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Tras el duro reclamo del gobernador Javier Corral al presidente Andrés Manuel por las tibias medidas para contener la crisis económica que está provocando el coronavirus en el país, el súper delegado Juan Carlos Loera tiró un leve berrinche.
Dijo que aún hay gobernadores que se resisten a entender la nueva forma de hacer política en el país y que esta es en apoyo a la mayoría de los mexicanos.
Obviamente en franca referencia a su amigo Corral a quien metió en el mismo costal que todos aquellos que por estar concentrados en un anuncio de rescate a los más beneficiados con la política económica del pasado, no escucharon”.
Lo que no dijo es cómo Chihuahua se va a beneficiar con dichas medidas económicas y en cambio, afirmó que el Gobierno Federal ya envió más de 2 mil millones de pesos al estado.
Así de débil fue la defensa del Virrey en contra de Corral, pero pues, él sabe perfectamente que no hay mucho cómo ayudarle y además, tampoco se iba a lanzar contra su amigo, porque entonces si se queda como el perro de las dos tortas.
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Donde las cosas si se están poniendo color de hormiga, es entre el sector empresarial y la Presidencia de la República. Literalmente, el vocero de la pandemia en México, Hugo López-Gatell, criticó a los empresarios que no quieren dejar de ganar y exponen a sus trabajadores al contagio del mortal coronavirus.
En cambio, los empresarios, principalmente las firmas norteamericanas, pidieron formalmente al presidente Andrés Manuel, que las declare “empresas esenciales” para no parar su producción.
Mientras tanto, la cifra de muertos en el país ayer llegó a 141 y 2 mil 785 contagiados, con números que se mueven vertiginosa y peligrosamente a la alza día tras día.
Así que López Gatell fue el encargado de regañar a esos empresarios que se han negado a cerrar las puertas de sus negocios aún a costa de la salud de sus trabajadores.
Mal y de malas, lo más seguro es que paguen caro la imprudencia y más quienes dependen del salario que les pagan esas empresas.
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Los que también patalearon al anuncio de que les quitarán a la de a fuerzas el 50 por ciento de las prerrogativas, fueron los dirigentes de los partidos PAN y Movimiento Ciudadano.
El presidente, acostumbrado a su autoritarismo, dijo que les quitarán el 50 por ciento de los recursos y ese dinero será para las medidas emergentes por el coronavirus y amenazó con revelar públicamente a los partidos que accedan a la buena y a los que se opongan.
Para el presidente del PAN, Marko Cortés, la medida de AMLO no es sino un distractor para desviar la atención de la andanada de críticas que ha recibido su “paquete” de medidas económicas ante la crisis.
Era obvio que al principio de la pandemia todo mundo salió a exigir medidas extremas, pero cuando le pegan en el bolsillo, ahí es donde la puerca tuerce el rabo. No todos quieren poner o perder.
Pero por otro lado, nada la costaba a Andrés Manuel haber convocado a los sectores y haber sacado el mejor acuerdo económico para el país, en lugar de medidas autoritarias que lo único que están generando es más enconos y más confrontaciones de las que ya se tenían.
Por cierto, los empresarios también ya se sumaron a la convocatoria de un pacto de unidad nacional para salir adelante, pero sin el presidente de México, nada más.
