Chihuahua, al igual que el resto del país, padecerá gravemente las consecuencias del coronavirus. Se resistió pero finalmente el gobernador salió públicamente a pedir que se cerrara todo aquél negocio, establecimiento, local, etcétera, que pueda ser causa de contagio masivo.
El COVID-19 viene con todo al estado. En México son 367 casos confirmados, 826 sospechosos y mil 667 negativos. Hay ya 4 muertos oficialmente aceptados con el de ayer en Jalisco.
En Chihuahua hay 5 casos confirmados pero más de 60 en “seguimiento” clínico y siguen enviándose muestras al laboratorio para confirmar o descartas más.
Ante la situación que se avecina, según todos los indicadores, advertencias y dichos, anoche, luego de varias horas de espera, el gobernador Javier Corral salió a decretar un virtual “estado de sitio”.
Anunció la suspensión de todo evento público y privado ya sin importar el aforo o número de asistentes; el cierre de todos los centros de recreación, cines, teatros, museos, bares, centros nocturnos, parques turísticos, balnearios, gimnasios, salones de eventos, spas, baños de vapor, zoológicos, casinos y restaurantes.
Los centros comerciales, excepto los que provean alimentos y enseres de la vida diaria.
Es decir, viene un muy duro golpe a la economía. El cierre se prevé durante y por lo menos un mes.
Además, deberán suspenderse actividades en centros de culto, iglesias, salones de culto y espiritualidad y/o cualquier centro de reunión de naturaleza similar.
El gobernador llamó a la solidaridad y a no bajar la guardia en las medidas de autoprotección e higiene.
Así que raza, este Fisgón los seguirá saludando solo virtualmente, manteniendo Susana-Distancia.
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La alcadesa Maru Campus ha ido siempre un paso adelante en varios renglones y en la prevención y contención del coronavirus no se ha quedado atrás.
Criticada hasta por el gobernador, hace una semana estableció medidas para mandar a los adultos mayores, trabajadores del municipio, a su casa con goce de sueldo y una serie de medidas para evitar el COVID-19 en su Ayuntamiento.
Ayer volvió a ganarle el jalón al gobernador Corral al anunciar el cierre de bares, cantinas, restaurantes y centros de esparcimiento en la capital del estado.
Ya había dicho que se cancelaban los permisos para fiestas familiares y de esa índole que supusiera la concentración masiva de personas.
Pero no tiene la culpa el indio, sino… que el gobernador se tardó mucho en salir a dar su mensaje y Maru, como ya lo tenía grabado, simplemente le puso ‘play’ y se ganó los titulares.
Maru le añadió a su mensaje la promesa de estímulos económicos para los empresarios, aunque no dijo de cuánto ni de qué tipo, pero que las dará a conocer en los siguientes días.
El gobernador también anunció apoyos para el sector productivo, lo que será muy necesario para que la crisis no cause tantos estragos.
A veces la alcadesa actúa como si ya dirigiera el estado, la más de las veces a tiempo y atinadamente.
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El Gobierno del Estado agarró nuevo pleito, ahora contra el Juzgado Octavo de Distrito con sede en Chihuahua.
Lo menos que le dijeron tanto el gobernador Javier Corral como el consejero jurídico del Gobierno Jorge Espinoza, al juez titular de ese juzgado federal, fue que ha sido el gran protector de los corruptos en el estado.
Ciertamente dicho juzgado favoreció con muchos amparos a ex funcionarios del sexenio de César Duarte acusados de peculado, desvío de recursos públicos y enriquecimiento ilícito.
Ciertamente, también, es que curiosamente, es el Juzgado a donde cayeron muchos de los expedientes de la llamada “Operación Justicia para Chihuahua” y oh sorpresa, también resolvió el amparo solicitado por el ex magistrado Jorge Abraham Ramírez en contra de la justicia estatal.
Pero, tanto así como para llamarlo “el gran protector de los corruptos”, pues como que… ¿o si?
El caso es el Gobierno del Estado acudió ante el Consejo de la Judicatura Federal para exigir que revise la actuación del juez Tomás Canto, no más faltaba.
Casos como el de Jorge Ramírez y muchos otros hacen que la ciudadanía y este Fisgón se pregunten constantemente, realmente ¿tenemos una justicia ciega o centavera?, ¿justa o de cuota’, y ¿hasta cuándo?. Solo son preguntas.
