Al contrario de lo que sucede en otros casos, la interacción entre estos remedios no solo no es nociva, sino que se recomienda vivamente: mezclados, el agua y el jabón adquieren propiedades milagrosas. Son capaces, incluso, de acabar con un virus. Aunque lleve corona.
Su poder tiene que ver con la bicapa lipídica, esa membrana que rodea al virus y que es impermeable al agua pero que, en contacto con el jabón, se disuelve.
Basta con haber puesto una lavadora para saber que el jabón elimina la grasa. Si lo empleamos para acabar con la bicapa (porque es doble) lipídica (grasienta) que rodea al virus, este se vuelve inactivo. Adiós, virus.
Como si fuéramos niños, la pandemia del coronavirus ha obligado a pequeños y grandes a aprender de nuevo cómo hay que lavarse las manos: con agua y jabón, al menos durante 60 segundos, frotando minuciosamente palmas, dorso y dedos, antes de enjuagarse y secarse con una toalla desechable, que emplearemos también para cerrar el grifo.
Las instrucciones no son nuevas, como no lo son los virus y las epidemias.
¿Es suficiente con lavarse las manos más de lo habitual?
Lo cierto es que no: hay que hacerlo de una determinada manera. Desde la OMS se recomienda dedicar entre 40 y 60 segundos a todo el procedimiento: para tener un ‘tiempo establecido’ a la hora de frotarse las manos con agua y jabón puede uno cantar mentalmente el ‘cumpleaños feliz’, pero no una, sino dos veces: esto hará que estemos lavándonos al menos durante 30 segudos. Asimismo, se recomienda secarse las manos después del lavado con una toallita de papel desechable.
¿El jabón es igual que el gel desinfectante?
No, definitivamente. Thordarson recuerda que los «desinfectantes, las toallitas, los geles y cremas que contienen acohol y jabón tienen efectos similares, pero no son tan buenos como el jabón«. Por ejemplo, «los ‘agentes antibacterianos’ de este tipo de productos no afectan en absoluto a la estructura de los virus«, recuerda el profesor de Química. De hecho, con respecto a bacterias (y no a virus, como el Covid-19) «no hay evidencias científicas que indiquen que el uso de jabones antibacterianos sea mejor que el de un jabón normal y agua«, tal y como señala la directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA de Estados Unidos, Janet Woodcoock. No obstante, volvamos al coronavirus: el uso de geles desinfectantes es recomendable en casos en los que lavarse las manos con agua y jabón no sea una opción, y siempre que la composición del producto incluya al menos un 60% de alcohol.