Contrario al júbilo del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, en la ceremonia del 91 aniversario del partido, la senadora Beatriz Paredes conminó al priismo a la autocrítica.
“¡Dicen que nadie quiere al PRI, pero cómo nos extrañan! ¡volveremos a ganar las elecciones! ¡lo mejor del PRI se quedó en el PRI! ¡no quienes se corrompieron o ignoraron las corruptelas! ¡individuos que no sólo traicionaron al pueblo, también traicionaron a nuestro partido causándonos mucho daño!”, arengó Moreno Cárdenas -entre caras largas y serias de diversas personalidades de la elite priista de hoy y de antes- desde el auditorio “Plutarco Elías Calles” de la sede nacional priista, acondicionado con un nuevo y moderno escenario.
Sin embargo, Beatriz Paredes -al ser galardonada con la Presea “Benito Juárez”- admitió en su discurso que “el error de la élite priísta, el que nos reclama la militancia de base y parte de la sociedad, es que fuimos demasiado permisivos con los gobernantes surgidos de nuestras filas y que hemos tolerado que algunos desviaran su actuación”.
“El error de fondo es confundir la misión de un partido político y entenderlo sólo como una maquinaria para obtener el poder y no comprender que un partido es una organización con valores”. Por eso consideró que el PRI tiene frente a sí una nueva oportunidad de cambio al interior y al exterior para “renacer”.
“El gran aprendizaje que requerimos los priistas es saber que debemos ser leales a su programa de acción y principios; renacer, pero no con el pasado. Los que pretenden ser lo que fuimos son otros; se trata de reinventarnos, de mutar y transmutar con lo que somos, no con lo que fuimos”, recalcó.
Entre las tradicionales porras, matracas, mantas, banda de música, sus líderes de los sectores obrero, campesino y popular, unos pocos gobernadores, coordinadores y ex coordinadores parlamentarios, ex presidentes nacionales del partido, entre otros invitados, Paredes Rangel remató:
“Me entristece que en circunstancias de debilitamiento de nuestro instituto político, cuando la historia parece darnos la espalda, algunos prefieren reclamar lo que suponen merecían, en lugar de apreciar y poner en primer término las oportunidades que sí alcanzaron”.
Por su parte, Moreno Cárdenas acusó que con el nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “la estabilidad política y la paz social están en un peligro inminente, porque el Estado Mexicano experimenta como nunca un riesgo estructural, en tanto llevamos más de 14 meses en turbulencia política, en incertidumbres sociales; riesgo político en el que el país se encuentra inmerso, entendido éste como decisiones, acciones y omisiones del gobierno federal que impactan a la paz social”.
“¡Dicen que nadie quiere al PRI, pero cómo nos extrañan!”, remarcó.