La balacera ocurrida anoche en el aeropuerto de Ciudad Juárez no solo desató el pánico en el lugar, sino en todo el estado. Las versiones indican que iban tras el alcalde de Villa Ahumada, Juan de Dios Valle y una mujer murió de manera circunstancial.
A los sicarios no les importa ya si hay policías estatales, municipales o Guardia Nacional, llegan y buscan cumplir su objetivo en la tierra sin ley.
Volvemos a los tiempos del 2008-2010, cuando había un toque de queda autoimpuesto por la ciudadanía que se guardaba de salir de noche o permanecer por demasiado tiempo en algún crucero o lugar público.
En cuanto a los hechos de ayer, se dice que en el ataque murió un hombre, otro más quedó herido y una mujer falleció de un infarto.
Las versiones más acertadas indican que iban tras el alcalde de Villa Ahumada, quien presuntamente viajaría a Culiacán, Sinaloa, a trasladar los restos de su hijo Juan Uriel Valle Badillo, quien fuera asesinado a las afueras del mismo aeropuerto días atrás.
Casi al mismo tiempo de los hechos, el fiscal César Peniche y el comisionado de Seguridad, Óscar Aparicio, se fotografiaban en uno de los salones del Palacio de Gobierno recibiendo sendos premios al Mérito Jurídico por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Barra Interamericana de Abogados A.C.
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PAN y el diputado sin partido, hicieron mancuerna en el Congreso del Estado y consiguieron el respaldo de otros diputados para aprobar la petición de que el gobernador Javier Corral Jurado comparezca próximamente a explicar su Tercer Informe de Gobierno.
Misael Máynez del extinto PES y Marisela Terrazas del PAN, se quejaron de que en las comparecencias de los secretarios del Gobierno para explicar ya sea los presupuestos o los informes, los encuentros se convierten en pasarelas sin sustento.
Pero sobre todo, afirmaron, que batallan para andar arriando a los legisladores para que se interesen en asuntos como estos.
Así que los integrantes de la Comisión de Análisis del Tercer Informe, aprobaron pedir la comparecencia del gobernador Javier Corral en el pleno y de los secretarios en reunión de Comisión.
De entrada, los secretarios que irían a la Comisión, serían: Enrique Grajeda, de Salud; Emilio García, de Seguridad Pública; Gustavo Elizondo, de Obras Públicas; Carlos González, de Educación; René Almeida, de Desarrollo Rural; Arturo Fuentes, de Hacienda y también Alberto Herrera, director de Pensiones.
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A sacar la casta! Llamó otra vez el dirigente estatal Omar Bazán Flores a sus correligionarios, al festejar ayer los 91 años del Partido Revolucionario Institucional.
Con un pastel de aniversario y la presencia de los dirigentes de los cuadros políticos de este partido, la dirigencia estatal se puso de frente a las elecciones del 2021.
A devolverle al otrora partidazo lo que les ha dado a todos y trabajar en unidad para alcanzar nuevas victorias el 21, es la encomienda dictada por el dirigente.
Bazán insiste que el PRI está de pie, combativo, organizado y con proyecto para los chihuahuenses, por lo que la militancia y sus liderazgos deben redoblar el paso.
Claro que el primer proceso que se avecina, es definir las estrategias para encontrar candidaturas competitivas en los 67 municipios, en los 22 distritos electorales y un bueno y fuerte candidato a gobernador, y ahí es donde…
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Le comenzaron a crecer los enanos al gobernador Javier Corral, como es de esperarse cuando una administración entra en la fase final.
El secretario de Desarrollo Social, Víctor Quintana Silveyra, es el primero en levantar la mano y pidió su reafiliación al partido Morena, de donde fuera su primer dirigente estatal en Chihuahua y de donde salió al aliarse a la candidatura del actual gobernador.
A Quintana se le ha visto muy activo últimamente, de hecho, es uno de los secretarios que le han sido más redituables al gobernador en cuanto a eficacia y resultados, que le entendió a pie juntillas la propuesta del rostro social y humanitario que comprometió Corral para su administración.
Aunque para reafiliarse al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Quintana no la tendrá nada fácil, porque la actual dirigencia y los principales cuadros se le fueron a la yugular cuantas veces pudieron, ya que no le perdonaron haberlos traicionado para irse a la administración de Corral.
Pero la casualidad es que, apenas vino a Chihuahua el actual dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar –el que tumbó a la Polevnsky—y presentó su solicitud de reafilación, o sea, que trae venia.
