Las cepas de virus se vuelven más mortíferas dentro de los murciélagos debido a su poderoso sistema inmunitario
Comparado con el sistema inmunitario de un murciélago, el tuyo es bastante débil. Cuando un virus ataca a un murciélago, rápidamente su organismo lo aísla, impidiendo que entre en las células sanas. Esto es muy bueno para los murciélagos, pero el aislamiento obliga a los virus a reproducirse más rápidamente y encontrar formas de contagio más efectivas.
Cuando estos virus «Rambo» pasan a otros mamíferos o a los humanos, cuyos sistemas inmunitarios no son capaces de responder tan rápidamente, se vuelven muy peligrosos. Esto mismo ha ocurrido con otras infecciones virales transmitidas por animales: SARS, MERS, Ebola, Marburg y, con bastante seguridad, con el coronavirus descubierto en la ciudad de Wuhan, ahora denominado Covid-19.
Un estudio de la Universidad de Berkeley en California ha descubierto los mecanismos que hacen a los virus mutar en los murciélagos y reproducirse con mayor velocidad, y también el secreto que hace a los murciélagos inmunes a estas infecciones.
Una infección por un virus desencadena una respuesta inflamatoria en el organismo infectado. Se incrementa la producción de radicales libres, sustancias corrosivas que se utilizan para destruir al invasor. Por desgracia, los radicales libres también causan daños en las células sanas, y si se usan en exceso, la inflamación mata a la víctima de la infección. Por ese motivo los seres vivos tienen mecanismos para «apagar» el fuego de la inflamación.