Columnas

Debemos frenar adoctrinamiento de la ideología de género en escuelas

Por: Dr. Carlos Díaz Ábrego (tomado de consentidocomun.mx)

Estarán de acuerdo estimados lectores que la educación es el pilar del desarrollo de un país. Qué la educación es uno de los factores más importantes destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.

La Universidad Nacional Autónoma de México, mi alma mater, destaca la importancia de la educación para el desarrollo en nuestro país en su “Plan Educativo Nacional” y destaca algunos conceptos como los siguientes:

“La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos”.

“La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para proporcionar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, las tecnologías de la información”.

“En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado en lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera a través de la investigación. Atrás quedaron los tiempos en que se consideraba a la erogaciones en educación como un gasto. En la actualidad, el conocimiento constituye una inversión muy productiva, estratégica en lo económico y prioritaria en lo social”.

Sin embargo, parecería que para el actual gobierno de la república y su autollamada 4 transformación estos conceptos de avance y progreso de personas y sociedades, proveer de conocimientos y enriquecer la cultura, el espíritu y sobre todo los valores están muy, muy lejanos de los principios de toda la vida que los mexicanos hemos profesado de la mano de maestros de educación primaria, secundaria y preparatoria, junto con los aspectos fundamentales en el seno de las familias mexicanas: respeto y valores.

¿Se acuerdan ustedes del “famoso” uniforme neutro? De ese “gran concepto de avanzada” que el actual gobierno del Presidente López Obrador, instrumentó o pretendió hacerlo en las escuelas públicas de la CDMX, para que los niños y niñas de primaria y secundaria pudieran ir vestidos los niños con falda y las niñas con pantalón todo en aras de la supuesta igualdad de genero.

Pues bien, ahora en las escuelas públicas de la CDMX y próximamente en las de todo el país públicas, están adoctrinando en ideología de genero a muchos niños y niñas sin que sus padres lo sepan. Les hablas de sexualidad en el sentido de que deben experimentar en sus propios cuerpos y que pueden elegir ser niños o niñas, independientemente del género al que pertenecen.

Pero esto no es lo que los padres y madres de familia enseñan en casa a sus hijos. ¡Jamás! Todo lo contrario. Nuestros padres y hoy nosotros como padres, educamos a los hijos con el debido respeto a sus cuerpos y evidentemente con principios y valores que siempre han estado arraigados en nuestra sociedad mexicana sin ser antiguos o retrógradas.

La ideología de género lo único que pretende es separar a los hijos de los padres y quebrar cada día más a la familia mexicana buscando con ello obtener mayor caos y rompimiento en la sociedad, confundiendo a la niñez desde temprana edad con falsos conceptos de igualdad de género y vulnerando el núcleo primario por excelencia en nuestra sociedad que es la familia.

Solo es cuestión de tiempo para que adoctrinen a todos los niños, niñas y jóvenes adolescentes. El futuro de nuestro país está en juego, así como los valores de generaciones de padres y madres y su libertad para educar a nuestros hijos. No tenemos elección, debemos frenar el adoctrinamiento de ideología de genero en las escuelas.

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