El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, mantiene una agenda política importante en la Ciudad de México, donde es tratado como invitado de honor y no como refugiado.
Le organizan eventos y le aplauden, aprovechando los escenarios para, desde el suelo mexicano, autoproclamarse ‘Presidente Legítimo’.
Esta situación evidentemente está provocando un serio conflicto diplomático, porque Evo Morales renunció a la presidencia que ilegítimamente ocupaba tras las elecciones donde en todo momento se denunció fraude electoral.
La presidencia de Andrés Manuel López Obrador se había declarado “neutral” en los conflictos de los países, pero mueve a Evo Morales cual títere encantado, para provocar un conflicto mayor al que el depuesto dejó cobardemente para huir a México.
Ayer, un grupo de bolivianas residentes en la Ciudad de México, interrumpieron uno de esos actos armados para victimizar a Evo. El evento se denominó “Un diálogo con el primer presidente del estado Plurinacional de Bolivia”, nada más.
Cuando Morales empezaba su discurso, las opositoras al ex mandatario levantaron pancartas acusándolo de cometer fraude electoral, lo malo es que también portaban lonas con una leyenda dirigidas al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le dicen: “no se aceptan devoluciones”.
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Los ricachones del país, encabezados por Carlos Slim y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, están encantadísimos con Andrés Manuel López Obrador.
Y cómo no habían de estarlo, si les anunció un paquete de obras por más de 43 mil millones de pesos a partir del 2020.
Además, como retribución, ahora los ricachones le meterán a ese paquete una inversión de 859 mil 22 millones de pesos distribuidos en los próximos tres años.
La parte buena de esta unión, es que con todo ese dineral, generarán muchos empleos en la construcción de obras como 41 carreteras, 29 aeropuertos y 22 puertos, dentro de las 147 contempladas y firmadas en convenio.
Tras la firma de semejante convenio Carlos Slim y Salazar Lomelí salieron gritando a los cuatro vientos que la “recesión técnica” declarada apenas el lunes por el INEGI pasaría muy pronto.
Es más, hasta se atrevieron a decir que en materia económica el país se mantiene estable, que en el primer año de la administración del presidente Andrés Manuel se mantuvieron finanzas sanas y aun más, que la inflación bajó de 4.8 a 3 por ciento. En fin.
Cómo decían en mi rancho “con dinero baila el perro”.
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Siguiendo por terrenos de la Cuarta Transformación, en Veracruz se dio una manifestación más del ínfimo grado de tolerancia e incongruencia con la libertad de expresión que tienen los dirigentes de MORENA.
Ayer trascendió que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido de AMLO, determinó expulsar a los diputados locales Augusto Nahúm Álvarez Pellico, Jessica Ramírez Cisneros y José Magdaleno Rosales Torres.
La razón: se atrevieron a criticar al gobernador morenista Cuitláhuac García Jiménez.
En el dictamen de expulsación, dice que se les castiga porque violentaron reglas internas al integrar una fracción mixta llamada “Juntos Haremos Historia” en el Congreso de Veracruz y con ello, haber debilitado al partido a la hora de deliberar propuestas en la LXV legislatura.
Así se las gastan con la tolerancia, no soportan nada que se oponga a sus designios.
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Allá en la Ciudad de México, el gobernador Javier Corral presentará el Fondo de Reparación Justicia para Chihuahua, en un salón de la Colonia Roma, al medio día.
El tema se presenta justo cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos ordenó a la Comisión Estatal revisar y volver a integrar el expediente del ex gobernador César Duarte, quien se queja de persecución política.
Fue una de las primeras acciones que tomó la nueva presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, luego de que el Gobierno de Chihuahua la desconoció como tal y le indicó que no acatará sus recomendaciones por emanar de una elección ilegitima.
Por cierto, flaco favor le hace Rosario Piedra al presidente Andrés Manuel al ponerse a defender a un pillo como César Duarte, pero en el pecado llevará la penitencia.
