“A las mujeres nos están matando. La impunidad es la eterna compañera en los procesos de búsqueda de justicia; los feminicidios se han normalizado porque a nadie le sorprende que una mujer haya sido asesinada”, denunció la diputada Deyanira Ozaeta Díaz, en el pleno del Congreso del Estado.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la legisladora rechazó cualquier tipo de violencia contra las mujeres, sea verbal, física, y emocional.
“Torsos de mujeres descubiertos usados como lienzos para denunciar que nos están matando; paredes pintadas que reflejan la desesperación. Y es que pareciera que actos como estos merecen más atención y espacio en el debate público que los cientos de mujeres asesinadas en el país”, sentenció Ozaeta.
En este sentido, agregó que la dolorosa y vergonzosa realidad es que después de los actos anteriormente mencionados, las noticias acerca de la violencia en contra de las mujeres pasan a segundo plano, a menos, que a alguna se le ocurra el atrevimiento de demandar justicia con el torso descubierto o se pinten paredes pidiendo un alto a la impunidad.
Durante su intervención en tribuna, la diputada cuestionó a sus compañeras y compañeros: “¿acaso habría que esperar reclamos suaves o peticiones delicadas? Yo creo que no. Lo que demandamos en esas peticiones, en manifestaciones, es respeto y dignidad ante nuestra vida. No más, pero tampoco menos”.
Detalló que, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para el 2018 Chihuahua se contaba dentro de los seis estados que concentran 40 por ciento de los feminicidios del país. En lo que va de 2019, se registran casi 30 feminicidios.
“Ante estos números, ¿cabe solicitarles de la manera más atenta que la ira y el dolor se manifiesten sin molestar y sin incomodar a aquellos que no han hecho nada o han hecho muy poco para revertir esta situación? Sigo creyendo que no”, indicó.
Informó que, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres, en México, 19.2 millones de mujeres fueron sometidas en algún momento de su vida a la violencia sexual por intimidación, hostigamiento, acoso o abuso.
“La violencia en contra de las mujeres, en todas sus formas propicia una falta de bienestar que le corresponde al Estado, y a nosotros como parte de esa estructura, garantizarla. Y eso es algo en lo que hemos fallado”, señaló.
Ozaeta Díaz, reconoció que, a pesar de los avances en el tema de atención y prevención de la violencia contra las mujeres en los últimos años, aún existe mucho por hacer.
“Autoridades de todos los niveles de gobierno estamos involucradas, desde la impartición de educación, hasta de justicia. Los avances se reconocen, no se pueden escatimar, pero existe más acciones que deben llevarse a cabo, y para ello, hace falta voluntad”, concluyó.