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Conoce algunos de los argumentos científicos contra el aborto

Los partidarios del aborto suelen decir que las tesis provida están inspiradas, exclusivamente, en dogmas religiosos. Incluso consideran que prohibir el aborto sería una imposición religiosa.

La realidad es muy distinta. Los argumentos científicos en contra del aborto son abundantes, pues demuestran que la víctima del aborto es un ser humano, y como todo ser humano merece protección. Por el contrario, los abortistas tienen que recurrir a falacias y a la demagogia ante la falta de argumentos científicos a favor del aborto. Veamos algunos ejemplos.

¿El hijo por nacer es parte del cuerpo de la madre?

El argumento más común de los abortistas sostiene que el hijo por nacer es parte del cuerpo de la madre, y que ella debe decidir hacer con su cuerpo lo que le dé la gana. Veamos lo que dice la ciencia:

“En el caso concreto del aborto, y de acuerdo con los datos actuales de la ciencia, la realidad es que desde la concepción existe una vida humana y que el embrión –hasta la octava semana– y el feto –a partir de la novena semana– es un ser humano singular, distinto e independiente de la madre, que necesita del claustro materno para su desarrollo. Señalar, como se propende a proclamar, que el aborto es un ejercicio de libertad porque la mujer es dueña de su propio cuerpo, es una falsedad, porque el aborto afecta a una vida distinta a la de la mujer embazada, que es además la de su propio hijo.“ (Nicolás Jouve de la Barreda. Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Genética y colaborador de la Cátedra de Bioética UNESCO. Fuente: CiViCa)

¿Las mujeres conciben seres no humanos?

Uno de los argumentos típicos de los abortistas es que los hijos por nacer que son abortados no son seres humanos. La ciencia no dice lo mismo:

“A partir de la concepción –lo que marca el antes y el después‐ el cigoto humano, dotado de la autonomía biológica que le confiere su material genético, evoluciona y se desarrolla en dependencia del medio que le da sustento y soporte, el cuerpo de su madre. La comunicación con la madre gestante se produce desde el primer día, mediante señales hormonales a las que el organismo que lo gesta responde aportando las condiciones para el desarrollo del feto. Son innumerables los detalles que se conocen sobre este desarrollo, y son altamente sugerentes para la fundamentación biológica del valor que esta etapa de la vida humana merece.“ (César Nombela Cano, Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y Catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Fue presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Fuente: AGEA)

¿Un embrión sólo es un puñado de células, y no un ser humano?

Otro argumento típico de los abortistas para cosificar la vida humana en sus inicios es sostener que se trata, sin más, de un puñado de células. ¿Y qué dice la ciencia al respecto?:

“Así que incluso en un embrión de una semana, con esas nuevas técnicas, podemos decir ya, “él es un hombre” o “ella es una mujer”, y por tanto sabemos que el embrión ya es, de hecho, una persona humana. Y, si no estoy confundido con el Inglés; cuando se refiere al embrión yo no diría “eso”, porque sabemos que ahí hay un ser humano. Como un marinero sobre su barco, yo preferiría decir: ella está ahí. Recuerden que el pequeño embrión humano posee ya las propiedades que nos permiten reconocer que ella es una mujer, por ejemplo. Rebasa a mi imaginación como genetista que los legisladores, sabiendo que este embrión de una semana es una niña, ¡no se dieran cuenta, al mismo tiempo que es una persona humana!” (Jérôme Lejeune. Médico genetista francés, descubridor de la anomalía cromosómica que provoca el síndrome de Down, y considerado el padre de la genética moderna. Fue Profesor de Genética Fundamental en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia, miembro de la Academia Nacional de Medicina de Francia, miembro de la Real Sociedad de Medicina de Londres y Doctor Honoris Causa por numerosas universidades. Fuente: Testimony before the Louisiana Legislature, publicado por la Fondation Lejeune).

¿Es aceptable matar al hijo no nacido por estar enfermo o ser discapacitado?

Otro de los frentes abiertos por los abortistas es el del aborto eugenésico. Sostienen que es un acto de crueldad traer a seres humanos enfermos o discapacitados al mundo, y que lo más piadoso que se puede hacer con esos hijos por nacer es abortarlos. ¿Y qué dice la ciencia?

“La lista de anomalías detectables por DGP [Diagnóstico Genético Preimplantatorio] o DP [Diagnóstico Prenatal] va en aumento, al tiempo que se ofrece el aborto eugenésico como una opción en cuanto se detecta una posible anomalía. La situación actual en relación con el aborto eugenésico es realmente alarmante. La terminación del embarazo, practicada sobre fetos vivos por motivos de «riesgo fetal», supone un 3% del total de abortos en España y es el tipo de aborto que más directamente afecta a los ginecólogos del sistema público de sanidad. En cualquier caso, acabar con la vida del feto enfermo o discapacitado, diagnosticado antes de nacer, es de una extremada crueldad y atenta contra el código deontológico de la profesión médica al acabar deliberadamente con la vida de un ser humano indefenso y lesionar la salud sexual y reproductiva de la mujer.” (Nicolás Jouve. Fuente: Nueva Eugenesia y Diagnóstico Prenatal, CiViCa).

¿Legalizar el aborto reduce el aborto clandestino y el riesgo para las madres?

Otro argumento habitual del movimiento abortista es que legalizar el aborto hace que se reduzca la práctica de abortos clandestinos, que suponen un grave riesgo para la salud de las madres que abortan. El informe científico más exhaustivo hecho hasta ahora dice lo contrario:

“Los protagonistas originales de reformas para las leyes de abortos, han rebatido que una gran proporción de los casos de abortos clandestinos hasta ahora tratados en hospitales, y casi todas las muertes resultantes, fueron debidas a interferencia criminal. Ellos postularon que la legislación del aborto eliminaría esto y esgrimieron argumentos y evidencias en contra. Nuestras cifras nos indican… que a pesar de un marcado aumento en el número de abortos terapéuticos (legales) desde 1968 a 1969, desafortunadamente, no hubo un cambio significativo en el número de casos de abortos clandestinos que requerían ingreso en un hospital. El hecho de que la legalización del aborto no haya, hasta el momento, reducido materialmente el número de abortos, ni de muertes producidas por abortos de todas clases, no es sorprendente. Esto confirma la experiencia de la mayoría de las naciones y fue pronosticado por el Colegio en su declaración de 1966.” (Informe del Real Colegio de Obstetricia y Ginecología del Reino Unido, publicado por el British Medical Journal en mayo de 1970. Fuente: Hay Alternativas).

¿El aborto es la mejor solución en caso de embarazo por violación?

Los abortistas han hecho de los casos de embarazo por violación uno de sus argumentos más potentes para defender la legalización del aborto. Sostienen que tener al hijo de un violador hace que la madre prolongue el trauma de la violación toda su vida. El mayor estudio científico hecho hasta la fecha se titula “The Sorrow of Sexual Assault and the Joy of Healing” (2011), elaborado por el doctor David C. Reardon, Julie Makimaa (concebida por violación) y Amy Sobie (ver referencia en VidaHumana.org). El estudio analizó 192 casos de mujeres embarazadas como consecuencia de una violación y 55 casos de personas concebidos por violación. De las 192 mujeres violadas, 28 lo habían sido por incesto. El 69% de las mujeres entrevistadas decidió dar a luz, el 29% abortó y el 1,5% sufrió un aborto espontáneo. Los resultados sorprenderán a más de uno:

De las 133 mujeres que optaron por dar a luz, ninguna dijo estar arrepentida de ello. Ni una sola dijo que preferiría haber abortado. El 80% de ellas expresó felicidad por haber tenido a su hijo. “Los sentimientos de la mujer hacia el niño mejoran durante el embarazo”, concluye el estudio, y “reconocen que el niño es una víctima inocente igual que ellas”.
De las 56 mujeres que abortaron, sólo una dijo no tener ningún remordimiento. Seis de ellas no quisieron hablar del aborto. Una víctima de incesto dijo no estar segura de lo que hizo. Cuatro afirmaron tener numerosos remordimientos por haber abortado, y 44 de esas mujeres se arrepintieron de haber abortado. El 93% de las mujeres que abortaron reconocieron que el aborto no solucionó sus problemas y que no se lo recomendarían a otras mujeres en su situación.
De las 55 personas concebidas por violación, ninguna dijo que preferiría haber sido abortada. Muchos de ellos expresaron indignación e incluso rabia hacia la idea de que fuesen “productos de maldad” o de que hijos concebidos por violación deban ser abortados.

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