Se buscan acuerdos entre ejidatarios, la empresa minera y autoridades de los tres órdenes de gobierno y que en 2020 exista un recurso etiquetado.
Naica, Saucillo, 11 noviembre 2019. El diputado de Morena Humberto Chávez Herrera acudió a la comunidad de Naica en el municipio de Saucillo, para reunirse con los habitantes y diputados que acordaron asistir y revisar directamente la problemática y urgencia de que se tenga una solución para evitar que se convierta en un pueblo fantasma.
Luego que los diputados exhortaran al Gobierno del Estado para implementar un Programa Interinstitucional en el Seccional de Naica, a fin de que desarrolle su economía, genere empleos, apoye a grupos vulnerables e implemente apoyo y programas un programa educativo, el diputado Humberto Chávez manifestó la necesidad de acudir directamente a la comunidad para conocer la realidad y atender una solución de fondo.
El legislador de Morena y el diputado Jorge Soto, sostuvieron que mediante un exhorto que plantea los apoyos, no soluciona el problema, debido a que el origen del problema es grave, sin embargo, existe una solución que necesita de la atención directa de las autoridades involucradas, y que se ha buscado por cuatro años sin tener una definición.
Se expuso ante habitantes y ejidatarios, que se busque la inversión o el recurso federal para que, en el próximo presupuesto de egresos del 2020, se etiqueten 13 millones de pesos para extraer el agua que inundó la mina, y con la misma irrigar 411 hectáreas para uso en procesos industriales y actividades agrícolas que reactiven la economía, así como regresar las operaciones a la empresa minera.
Se informó que el próximo 20 de noviembre los ejidatarios sostendrán una reunión con funcionarios federales, estatales y los directivos de la mina, a fin de dar viabilidad al proyecto y que el próximo año comience a atenderse la solución.
La problemática en Naica es grave, a raíz del cierre de operaciones de la empresa, la mayoría de sus habitantes quedaron desempleados, los jóvenes y padres de familia se vieron obligados a buscar empleo en comunidades y ciudades aledañas, y al igual que madres de familia, dejar sus hijos al cuidado de abuelos y adultos mayores, se registró un aumento de delincuencia, drogadicción, deserción escolar y desintegración familiar que deterioraron el tejido social.