¿Cuándo vas al gimnasio? ¿Haces ejercicio todos los días? ¿En qué momento de tu jornada encajas mover el cuerpo para estar en forma? Si eres de los que sale a correr cada día a una hora o van al gimnasio en momentos diferentes durante la semana, es probable que estés boicoteando la rutina que tiene tu cuerpo para perder peso de manera efectiva. Según un último estudio de la Brown Alpert Medical School de Estados Unidos, quizás deberías cambiar tus hábitos y tratar de adaptar tus sesiones a un momento específico del día… siempre el mismo. Y es que al parecer, existen evidencias de que si nuestro cuerpo identifica un horario para hacer ejercicio, los resultados serán mucho mejores.
Una media de 2 horas y media de actividad física semanal es lo mínimo que se puede pedir a una persona para poder comenzar una vida sana. Pero no se trata de hacer 45 minutos por un lado, 15 minutos por otro y tres sesiones posteriores de media hora. Lo ideal es repartir de manera equitativa ese tiempo a lo largo de la semana en un punto concreto del día y que, al menos, 10 de esos minutos sean de cardio. Para llegar a esta conclusión, los investigadores se centraron en un estudio realizado a 375 personas, en el que encontraron evidencias de que existía una estrecha relación en la “rutina del ejercicio físico” en un momento exacto del día.
Hechos como recoger a los niños en el colegio, ir al trabajo o quedar con amigos pueden parecer insignificantes, pero si los planteamos dentro de un horario, comprobaremos que prácticamente siguen una línea de repetición que puede ser valiosa a la hora de perder peso. En los círculos de psicología, se conoce a esta manera de actuar como “automaticidad” y es muy buena para que tu cuerpo queme calorías de forma más sencilla. La idea, según apunta el estudio, es considerar el gimnasio o salir a correr como otra actividad automática de tu vida. Si conseguimos asociarlo a este tipo de rutinas, se reducirá el esfuerzo requerido a si tuvieras que planifica una actividad y luego motivarte para llevarla a cabo.
Los investigadores quieren ahora identificar si existen momentos del día en los que personas con poco hábito para hacer ejercicio logran encontrar una dinámica consistente en el tiempo de forma más sencilla que en otros momentos del día. En QUO, tuvimos la oportunidad de estudiar cuáles son los mejores, según las necesidades de cada uno.
Podéis consultar aquí el estudio publicado en Obesity.