El diputado local Omar Bazán lamentó la tardía respuesta del gobierno federal y la ausencia del Estado en la crisis que viven las comunidades indígenas de Chihuahua y que motivaron a una marcha desde el municipio de Bocoyna.
Las políticas públicas para la zona serrana nunca han sido suficientes, pero hoy se agudizaron porque no hay la voluntad de los gobiernos federal y estatal para resolver las carencias, por lo menos primarias, que se viven en la región.
La tardía respuesta del gobierno federal a sus demandas y la indiferencia del gobierno estatal son inconcebibles.
“Durante meses hemos insistido en que ambos gobiernos garanticen mejores condiciones de vida a nuestros pueblos indígenas”, destacó el legislador del PRI.
En la exposición de motivos de una iniciativa que presentó ayer, pidió al Congreso del Estado demande a la federación y al gobierno de Javier Corral, implementen un plan emergente y atención urgente a las necesidades básicas de alimentación y de trabajo, como primer paso para un esquema integral, permanente y no con una visión populista y de corto plazo.
En el estado de Chihuahua la población indígena se encuentra ubicada principalmente en la Sierra Madre Occidental en los municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazapares, Moris, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Bocoyna, Nonoava, Carichi, Ocampo, Guerrero y Temósachi.
Dados los flujos migratorios, actualmente es común que se busque contratar por parte de empresarios y productores la mano de obra de esta población, trasladándolos a las ciudades como Chihuahua, Ciudad Juárez, Parral, Delicias y Cuauhtémoc.
La migración paulatina de las comunidades, se ha dado a consecuencia de diversos factores principalmente relacionados con las condiciones de escasez alimentaria y condiciones ambientales, de salud y empleo, entre otras, destacó el diputado priista.
De acuerdo a información oficial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2010), se conoce como Sierra Tarahumara a la región que se ubica al suroeste del estado de Chihuahua y comprende principalmente tres grupos indígenas: el tarahumara o rarámuri, con 88% de la población, el tepehuano y el guarijío (CDI y PNUD, 2006).
Los principales municipios donde se asienta dicha población son Guachochi con 26,404 indígenas tarahumaras, Guadalupe y Calvo con 13,584, Balleza con 7,369, Batopilas con 6,032, Bocoyna con 5,532 y Urique con 8,603.
Mientras que en las ciudades de Chihuahua se cuenta con una población de 6,410 indígenas tarahumaras y Ciudad Juárez con 6,574, lo que demuestra que en estas ciudades el total de la población indígena se debe a los procesos de migración y generaciones que han emergido de ello.
Es un buen momento para buscar la congruencia y, como sociedad, caminar junto a nuestros hermanos indígenas, agradecidos de poder convivir con esta cultura que enriquece nuestro presente, debemos pasar del discurso a los hechos, porque no es suficiente decirlo, tenemos mucho por hacer.