Columnas

El Juglar de la Red; Un gobierno de mentiras

Por Rafael Cano Franco

 

Un gobierno de mentiras

Cuando los ciudadanos se volcaron a las urnas para apoyar con su voto las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, estaban seguros de que mucho de lo dicho era irrealizable, pero a pesar de eso, estaban tan hartos, que no les importó dar un salto de fe al vacío con la esperanza de que al menos en lo básico sí se cumpliera.

A la fecha lo que han recibido por su voto es mucha simulación y mentiras.

Siempre se ha dicho: quien no cumple en lo menos, es incapaz de cumplir en lo más.

El Presidente López Obrador viene incumpliendo en los detalles menores y eso nos llevaría a la conclusión de que no va a cumplir con lo más grande y trascendente que esperan los mexicanos de él.

Ven los pequeños detalles:

1.- Este gobierno habló de austeridad y combate a la corrupción; en los hechos nos está resultado muy caro por las malas decisiones que se han tomado.

Y no se trata de que el Presidente ya se olvidó de su “Jettita” o de que los vuelos comerciales sean cosa del pasado –ahora vuela en aviones de la Marina–; se trata de que se canceló el NAIM porque era oneroso, aunque en realidad era una inversión privada con inyección de recursos públicos minoritaria.

Suspenderlo es costoso porque implica pagar una obra que no realizará y el aeropuerto que se suponía será la solución verdadera, en Santa Lucía, cada vez resulta una opción que se encarece y peor aún, su funcionalidad plena será hasta el 2059, es decir en 30 años más.

En materia de corrupción vemos casos como el del empresario Miguel Rincón Arredondo, dueño de “Bio Papel Scribe”, ganó la licitación para imprimir los libros de texto un contrato de casi 400 millones de pesos, eso a pesar de estar impedido por la ley.

En materia de contratos públicos, está documentado que el gobierno de la 4T ha pactado contratos con empresarios afines por una cifra de 40 mil millones de pesos sin mediar licitación alguna, todo por asignación directa; pero en materia de obra pública, el sector de la construcción presenta sus peores cifras en la última década, todo porque bajo el pretexto del combate a la corrupción se dejó de invertir en obra pública.

La austeridad y el combate a la corrupción son solamente parte del discurso, en la realidad la maestra Elba Esther Gordillo le regresaron bienes; a la CNTE le dan manga ancha; no hay trasparencia en las “Tandas del Bienestar” y hay “perdón y olvido” para gobernadores que saquearon las arcas de los estados que gobernaron.

2.- Mucho se habló de la consulta al pueblo como una herramienta para democratizar decisiones.

La primera consulta, donde se preguntó sobre darle seguimiento al NAIM, fue una farsa. No solamente estuvo mal organizada y plagada de irregularidades, ningún organismo sancionó y validó los resultados, la participación fue muy poca y además inequitativa en la distribución de las boletas; sin embargo sirvió para echarle una carga al pueblo de más de 150 mil millones de pesos de una obra que no existirá y se validó otra, por 90 mil millones de pesos que no resolverá los problemas del tráfico aéreo que tiene el Valle de México.

El fin de semana, el Presidente López Obrador llegó a un evento en el Istmo de Tehuántepec y ahí, ante cientos de acarreados preguntó a los concurrentes si estaban de acuerdo con la construcción del tren Maya, una obra costosa, sin plan de impacto ambiental, muy criticado por el daño ecológico irreversible que genera en la zona donde está trazado el tendido de las vías férreas; a mano alzada, unos cuantos cientos dijeron sí a la obra y con ello se obtuvo el pretexto para decir que el pueblo apoya la obra.

Por eso decimos que la democracia está en el discurso, en realidad se sustituyó con la simulación que solamente busca la justificación fácil de lo que ya se decidió.

Lo que ahora es visible en el cambio que propuso la 4T, es que al igual pasó en otras transiciones vividas en México, en esta solamente cambiaron los nombres de los beneficiarios de las canonjías otorgadas por el Estado, pero en el caso del pueblo sigue sin ver cumplidas las promesas que le hicieron.

Y ya de respetar la Libertad de Expresión mejor ni hablamos…por ahora.

Rafael Cano Franco es reportero y conductor de noticias, preside también el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C.

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