El senador Gustavo Madero se quejó amargamente de que el titular del Gobierno Federal, Andrés Manuel López Obrador está colocando a sus incondicionales en los principales cargos en puestos claves de dependencias y organismos.
“Esta terquedad de poner incondicionales en los puestos de dirección y consejos de administración de órganos autónomos es algo que está preocupando mucho a los mercados financieros”, habría dicho desde la tribuna de la Cámara de Senadores el legislador por Chihuahua.
Esto viene a cuento porque el presidente Andrés Manuel, a través de sus legisladores también incondicionales, sometió a la discusión del pleno un dictamen para ratificar a dos de los tres consejeros “independientes” del Consejo de Administración de Pemex.
Según Madero, solo uno de los tres propuestos cumple el perfil de “independiente”, lo que según él, orillará a que Pemex sea visto a los ojos del mundo, como un “bono chatarra” en el que no se puede confiar y ese es un daño para México.
El problema es que eso que el senador por Chihuahua critica allá en el centro del país, en su tierra se hace de la vista gorda y no solo mira cómo desde el poder se ponen a los incondicionales en todos y cada uno de los puestos que se abren.
Entonces Madero no ve que lo que pasa en Chihuahua, como es la intromisión de poderes para los nombramientos, sea en detrimento de los chihuahuenses, pero si eso pasa en México, su hace daño al país.
La mordida de lengua de Madero se da justo en el momento en que un Tribunal Federal acaba de abrir tremendo expediente al último nombramiento de jueces en Chihuahua y justo en cuando se elige al nuevo presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en el Legislativo, con la participación directa y sin ningún pudor, del Ejecutivo.
No es que lo del Peje sea correcto, es también una sinvergüenzada, pero los políticos siempre terminan por escupir para arriba y embarrados con sus propios dichos.
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Dentro de dos meses se cumplirán ocho años de que se llevó a cabo la reforma en los Derechos Humanos en México, prácticamente dictada por los organismos internacionales y que cambió para siempre a México, de conservador a progresista.
En junio de 2011 se abrió la puerta para que en México la aplicación del derecho ya no se basara únicamente en las leyes locales y nacionales, sino que invariablemente se deben observar los contenidos de todas las normas internacionales a las que el país está suscrito en los tratados internacionales.
Fue el presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa, el que envío la iniciativa para cambiar la redacción del primer capítulo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que hablaba “De las garantías individuales” a “los derechos humanos y sus garantías”.
Esa reforma que los derechohumanistas a ultranza califican como “paradigmática” y que por cierto fue aprobada en el Congreso de la Unión sin muchos reflectores, fue la que abrió la puerta para que ahora México esté lamentablemente divido entre los defensores de la familia tradicional y quienes promueven las uniones homosexuales; entre los abortistas y quienes exigen el respeto a las dos vidas.
Recientemente, el director de la Revista Mexicana del Derecho Electoral, César Astudillo Reyes, vino a Chihuahua a celebrar los ocho años de esta reforma en Derechos Humanos entre consejeros y magistrados de los órganos electorales y de la justicia local.
Astudillo definió la reforma de la siguiente manera: esto tiene que ver con la teoría constitucional, que indica que lo democrático es aquello que introduce contenidos sustantivos a un ordenamiento jurídico y progresivamente se han ido introduciendo derechos y libertades que antes no conocíamos.
Falta que aún nos quede mucho por conocer en esta materia de los Derechos Humanos en México, o sea que no les baste con legalizar al asesinato de bebés o las uniones homosexuales, sino otras aberraciones que muchos anticipan como la última ola que mueve al mundo.
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El gobernador Javier Corral tiene agenda en Ciudad Juárez este lunes, donde se reunirá desde temprano con los miembros de Desarrollo Económico, A.C. en el Centro de Convenciones Cibeles.
Posteriormente, a las 11:00 horas hará entrega del colector de aguas negras “Ejército Nacional” en la Av. Ejército Nacional y Masón Diego de Alcalá.
Pero la reunión que llama la atención es la sostendrá con Brian Gallagher, presidente de United Way Worldwide, en el Centro de Convenciones Cibeles por ahí de las 13:00 horas.
La United Way of America es una organización sin fines de lucro, cuenta con mil 200 oficinas locales y una coalición de organizaciones caritativas para sumar esfuerzos en la recaudación de fondos para apoyar a los necesitados.
Se espera que de este encuentro resulte algo interesante para Chihuahua, sobre todo, por el cierre de recursos que mantiene el Gobierno federal en todos los frentes y que afecta de manera directa o colateral, muchos programas asistenciales que tenían décadas funcionando.
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Nomás para no variar…
DURANTE el fin de semana volvieron a ocurrir varios accidentes sobre la avenida La Cantera, afortunadamente ninguno mortal, solo heridos graves y daños cuantiosos… EL ASUNTO es que dicha avenida sigue siendo tomada como autopista cuando está muy mal diseñada y no permite velocidades más allá de los 80 kilómetros por hora y quien rompe ese límite, establecido en 60 k/h, está destinado a tener un accidente… SIN EMBARGO, hemos insistido aquí que la situación no ha sido de interés de la autoridad Vial, que envía tránsitos al lugar solo cuando ocurren las desgracias, no para prever que no se registren incidentes. Deberían ver que en las mañanas si funciona la presencia de patrullas al bajar de la Maru-Gasa o para salir al periférico de la Juventud, a pesar de ser una “hora pico”, para mantener la presencia de las unidades de Vialidad de manera constante. LAMENTABLEMENTE, la autoridad no actuará mientras el accidentado no sea hijo de algún funcionario o político importante o hasta que alguien más pierda la vida, ojalá no.
