Columnas

Periodismo contra la simulación

Ahora que el  presidente de la República ha puesto de moda el término “prensa fifí”, los medios de comunicación están obligados a reforzar el periodismo de investigación o terminarán simplemente por caer en el juego al que los quiere llevar el sr. prejidente.

Es decir, por no llevarle la contra y por no ser señalados ante la opinión pública en las famosas “mañaneras”, están optando por caer en la declaracionitis, publicándole al presidente todo cuanto se le ocurre, sin ahondar, sin investigar, sin profundizar y sobre todo, sin cuestionar, algo a lo que están obligados profesional y éticamente.

El ejercicio periodístico, no solo de México sino de todo el mundo, obliga siempre a comprobar la verdad periodística, o sea, la versión que se ofrece a la opinión pública para que ésta tenga la posibilidad de informarse y de formar su propia opinión.

Dicen los manuales que “en periodismo, la verdad es aquella que se puede probar y documentar, con la sola pretensión de que sea una verdad periodística”, es decir, debe sustentarse todo cuanto se publique.

El asunto es que, al ser señalados como “conservadores” y “prensa fifi” y a esto hay que añadir que los reporteros contrarios al régimen han sido tildados de “cajamanes”, los medios de comunicación le están sacando la vuelta a su responsabilidad.

Esto es que se ciñen a otra máxima también periodística que reza que “la verdad periodística es más verosímil que cierta en sus distintos componentes. El periodista transmite, informa y analiza los hechos verdaderos en lo inmediato, pero no necesariamente ciertos”. Significa que con se conforman con saber que lo dice el prejidente, para darlo por cierto.

Obviamente se trata de un juego de Andrés Manuel López Obrador, como el que emplea con los gobernadores y los abucheos y a fuerza de denostar, hacer que los medios dejen de cuestionarlo.

Ya habíamos dicho que “fifí” significa “persona que se comporta con refinamiento amanerado y ridículo, o señorito”, luego entonces, cuando el prejidente se refiere a la “prensa fifí”, lo hace comparando a los medios con un amanerado ridículo.

Igual, cuando llamó “cajamanes” a los reporteros, lo que les dijo es que son unos “holgazanes que se las ingenian para vivir a costa de los demás”.

Lo más grave de todo esto, es que en realidad lo que el Peje está lastimando es la libertad de expresión, obligando a la autocensura para evitar ser señalado. Al rato solo veremos medios de comunicación comparsas del nuevo régimen.

Por ello, es imperativo que los medios de comunicación jueguen el papel que les corresponde, de investigar, comprobar y demostrar esa verdad periodística, y que sea la opinión pública la que saque sus propias conclusiones.

Soy Enrique Rodríguez, escríbame a: jefeenrique@yahoo.com.mx

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