En todos los medios del país, entiéndase periódicos impresos y digitales, noticieros de radio y televisión, portales y redes sociales, las principales noticias de las últimas dos semanas y la actual, son la afectación económica para alrededor de 9 mil 167 estancias infantiles que dejarán de recibir subsidios federales para el cuidado y atención de más de 315 mil infantes, aunque las más afectadas serían las madres trabajadoras.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dio su primer golpe anímico contra familias que esperaban condiciones de apoyo por parte de su administración y no de afectación a su economía. Aunque se hable de que el Gobierno federal otorgará de manera directa una cantidad de $1,600 pesos bimestrales para cada una de las mamás con un hijo, en nada les soluciona su naciente problema.
Los sectores maquilador y empresarial del país, confirmaron que alrededor del 34% de su plantilla laboral femenino (madres de familia), registraron demoras, ausentismo laboral y renuncias debido a que éstas no han encontrado solución para la estancia de sus hijos: no en todos los casos las mamás tienen algún familiar que se puedan responsabilizar del cuidado y alimentación de sus infantes, y menos si es por una cantidad de 200 pesos semanales, algo así como 33 pesos diarios. Irrisorio.
Por lo pronto en varios estados de la República tanto madres de familia, maestras, educadoras, personal de apoyo, puericulturistas y sectores, se han manifestado en contra de la medida presidencial. Plantones, marchas y protestas a las afueras de dependencias gubernamentales, delegaciones y sedes de los poderes estatales, se han detonado y habrán de continuar en tanto no haya una solución efectiva al problema que creó el Gobierno de México.
En Mazatlán, Sinaloa, López Obrador fue recibido por una andanada de mujeres que a un solo grito exigieron el regreso de los apoyos económicos para las estancias infantiles, aspecto que el mandatario eludió al reiterar se trata de una medida contra la corrupción, “sin intermediarios”, cuando en realidad esa no es la solución.
Asimismo se confirmó que la federación garantizará la distribución, vía tarjetas, de 2 mil 41 millones de pesos durante el presente año, una cantidad inferior hasta en un 50% con relación a la de 2018, que fueron 4 mil 70 millones de pesos.
El hecho es que, en el supuesto que las estancias infantiles acepten recibir los 800 pesos mensuales por parte de la madre trabajadora, se advierte la baja de calidad en las estancias infantiles, tanto de personal para el trabajo de esparcimiento y de enseñanza, así como en la parte alimenticia e higiene.
De acuerdo a información oficial, en la ciudad de Chihuahua se tienen registradas 63 estancias infantiles que atienden a poco más de 1,520 niños. Sin embargo desde septiembre del año pasado, se han reducido los apoyos, acción que provocó que 10 de ellas cerraran sus puertas y decenas de infantes se quedaran sin este espacio.
En conclusión y de acuerdo a trabajos periodísticos de otras entidades en México, gente de primer nivel de delegaciones estatales de la entonces Secretaría de Desarrollo Social, hoy Bienestar Social, si incurrieron en actos de corrupción: pedían moches de entre 30 y 70 mil pesos para otorgarles los beneficios que conlleva una alta de estancia infantil: permisos de protección civil, capacitaciones, acreditaciones de los inmuebles, pólizas de seguros, habilitación y equipamiento.
El problema es latente y es correcto se tengan que terminar los actos de corrupción, sin embargo de por medio las madres trabajadoras serán las afectadas directas con estas medidas, por ello, el reclamo es a la reconsideración y que el Gobierno ponga las medidas o candados necesarios para evitar el despilfarro de sus recursos.
De ser así, será mayor el reconocimiento social; de lo contrario, el malestar se cuatriplicaría y con ello el desencanto ciudadano hacia el gobierno en turno, por ello, ya hay quienes advierten el nacimiento de una bandera política por parte de los gobiernos opositores a MORENA. Así las cosas.