Un reporte de Knight Center Periodismo en las Américas emitido a finales del 2018, advierte que van en aumento los asesinatos de periodistas y refrenda que México sigue siendo el país más peligroso para ejercer esta profesión, sin que se adviertan medidas para contrarrestarlo.
El número de periodistas asesinados en represalia por su trabajo fue casi el doble en 2018 en el mundo, esto respecto al 2017. De acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) al menos 60 periodistas perdieron la vida entre el 1 de enero y 14 de diciembre de 2018. Al menos 34 fueron deliberadamente asesinados.
El Comité reportó que en 2017 murieron un total de 55 periodistas y en 2016 fueron asesinados 52 (https://bit.ly/2RHJuYB)
Sin embargo, México continúa siendo el país más mortífero para periodistas en el mundo a pesar de que no se encuentra en conflicto armado, según la conclusión a la que llegaron diversas organizaciones defensoras de la libertad de prensa al término del año 2018.
El reporte indica lo siguiente: Este aumento de asesinatos coincide, según el CPJ, con un incremento sostenido de los encarcelamientos de periodistas, algo considerado por la organización como una profunda crisis global de la libertad de prensa. Esto estaría estrechamente vinculado a los cambios tecnológicos que hacen posible que cada vez más personas puedan ejercer el periodismo sin necesitar de un medio para difundir su mensaje, sostuvo la organización.
El CPJ también atribuye este aumento a la falta de liderazgo internacional en cuanto a derechos y seguridad de los periodistas.
Los casos confirmados en México por CPJ fureon son los de Carlos Domínguez Rodríguez, Pamela Montenegro, Leobardo Vázquez Atzin y Mario Gómez.
Otros cinco casos de periodistas mexicanos, no confirmados por la organización pero que aún siguen bajo investigación son los de Javier Rodríguez Valladares, Rubén Pat Caiuch, José Guadalupe Chan Dzib, Héctor González Antonio, Juan Carlos Huerta y Alejandro Márquez.
De acuerdo con el Comité, en la mayoría de los asesinatos de periodistas en México existen indicios de la participación del crimen organizado y de actores gubernamentales.
Lo grave del temna, como lo hemos venido señalando, es que cada vez cobran más auge los términos “narcopolítica” y también el de la corrupción en los casos de asesinatos, es decir que están atacando a quienes se especializan en publicaciones sobre esos temas.
El asunto es que no se avizora, en lo inmediato, que las instancias gubernamentales intenten siquiera tomar medidas para respaldar el ejercicio periodístico, pero sobre todo, de garantizar la libertad de expresión.
El Foro de Periodistas de Chihuahua ha realizado un análisis exhaustivo de todo lo que acontece en el ejercicio periodístico actualmente, por lo que de existir voluntad, podríamos sentar de inmediato bases para garantizar el derecho a la libertad de expresión y el derecho al libre ejercicio del periodismo. El tiempo apremia.