– Del 2016 a la fecha, la entidad ha dejado de percibir 2 mil 610.6 millones de pesos; además de desaparecer algunos ramos, el proyecto de presupuesto para el próximo año presenta en ceros algunos conceptos de inversión
El proyecto de Presupuesto de la Federación (PEF) para el 2019 resulta inaceptable para el estado de Chihuahua, toda vez que contempla reducciones significativas en prácticamente todos los ramos del gasto federal, presenta en cero algunos conceptos de inversión, y mantiene la tendencia a la baja en la entrega de recursos federales que ha sufrido la entidad desde el inicio de la actual Administración.
De aprobarse el proyecto tal como lo presentó el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, Chihuahua recibirá 976 millones 420 mil 985 pesos menos que en el año 2018, lo que representa una reducción del 23 por ciento, en términos nominales, entre el actual ejercicio y el del 2019, reducción que no tiene justificación alguna en términos presupuestales y ni de federalismo fiscal.
El tratamiento que se contempla para Chihuahua no sólo deja sin resarcir el profundo daño que causó la administración anterior a las finanzas estatales, sino que mantiene una tendencia hacia la baja, misma que inició en el año 2017, primero de la gestión del gobernador Javier Corral Jurado.
En términos nominales, el presupuesto federal que se proyecta para Chihuahua es un 44% más bajo que el que se le dio en el año 2016, cuando la entidad recibió 5 mil 884 millones 371 mil 685.74 pesos. Para el 2019, la cifra presupuestada es de 3 mil 273 millones 762 mil 598.00 millones de pesos.
De confirmarse esa proyección de gasto federal, Chihuahua habrá perdido 2 mil 610.6 millones de pesos en los últimos tres años.
Llama la atención la reducción de partidas presupuestales para rubros que son fundamentales para financiar la obra pública y social, y por la probable desaparición del Ramo 23, o bien, que el presupuesto para construcción de infraestructura de comunicaciones esté concentrado en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno Federal, sin destinar recursos al gobierno de Chihuahua.
Preocupan, de manera particular, conceptos como Infraestructura Carretera; Cultura y Salud, donde la reducción de inversión federal sería de un 100% respecto a la ejercida en el 2018, o Educación, para el cual se contempla un incremento del 4%, porcentaje que apenas cubriría la pérdida inflacionaria.
Otros ramos del gasto federal presentan reducciones superiores al 40%, como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (-43%); Construcción y Modernización de Carreteras y Caminos Rurales (-45.9%); Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (-48%).
El Gobierno del Estado espera que, en la discusión y análisis que se llevará a cabo en la Cámara de Diputados se considere esa distribución presupuestal, de modo que no afecte el desarrollo y la ejecución de obras que son primordiales para el desarrollo de la entidad.
El Gobierno de Chihuahua demanda que se le dé el trato que corresponde a una Administración que ha hecho esfuerzos por reducir su gasto corriente, por refinanciar la deuda heredada de otras administraciones para aligerar la carga que representa el pago de intereses, y por perseguir y castigar la corrupción en el uso de los recursos públicos.
El estado ha hecho esfuerzos por incrementar la captación de recursos públicos, lo que se ha logrado con la valiosa participación de los contribuyentes de Chihuahua, quienes merecen un mejor trato de la Federación.
Desde hace más de 25 años, la entidad carga con el gasto en materia de Educación y Salud, lo que ha generado un déficit estructural cercano a los 3 mil millones de pesos, que sólo se cubrirá con un trato equitativo y justo de parte del Gobierno Federal.
Chihuahua no pide más, pero tampoco acepta menos.