Por Rafael Cano Franco
La amnistía de AMLO deja libre a corruptos
El ex gobernador de Sonora estaba en prisión desde el 10 de noviembre de 2016, enfrenta dos procesos por actos de corrupción: en el primero se le juzga por defraudación fiscal por un monto de 70 millones de pesos; el segundo proceso es por lavado de dinero en una cifra que llega a los 11 millones 186 mil 895 pesos.
El primer juicio lo lleva el Juez Guillermo Urbina Tanús, en el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Procesos Penales de la Ciudad de México; el segundo caso lo instruye el juez Juan Miguel Ortiz Marmolejo, del Juzgado Séptimo de Distritos en Procesos Penales de Toluca.
Una de las ofertas del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador fue “borrón y cuenta nueva” para políticos corruptos: “no vamos a perder tiempo viendo la corrupción del pasado y por ello otorgaremos amnistía a los políticos presos, pero a partir del 1 de diciembre ningún acto de corrupción se va a tolerar”.
Luego de que el juez de Juan Miguel Ortiz Marmolejo determinara que el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías enfrente proceso en libertad, con medidas cautelaras que implican pagar una fianza de 40 millones de pesos, utilizar el localizador electrónico, presentación periódica ante ese juzgado federal, cada quincena y con la prohibición de salir sin autorización del país; pareciera que el pacto entre los corruptos del pasado y el nuevo gobierno de López Obrador es una realidad.
En el proceso que enfrenta por defraudación fiscal, la fianza que le impuso el Juez Urbina Tanús asciende a 100 millones de pesos –con las mismas medidas cautelaras que su homólogo de Toluca–, de ahí que pagando 140 millones de pesos estaría llevando esos dos procesos en libertad
La justificación jurídica para que Padrés Elías obtenga la libertad la encontraron en el Código Nacional de Procedimientos Penales, donde se establece que la prisión preventiva no se puede mantener por más de dos años a un inculpado a quien no se le dicta sentencia; el ex gobernador de Sonora cumplió esos dos años el pasado 10 de noviembre del 2018.
No se puede ser ingenuo y considerar que en este tipo de decisiones solamente se considera lo estrictamente marcado en la ley, por lo general también existen acuerdos de índole político que terminan siendo los determinantes para otorgar la libertad.
Si López Obrador ofreció amnistía a los políticos corruptos y encarcelados; si Guillermo Padrés está bajo dos procesos y en la cárcel; luego entonces su libertad solamente puede considerarse como parte de ese ofrecimiento que hizo AMLO y que los abogados o cabilderos del ex gobernador de Sonora aceptaron amparados en una Ley laxa y nada dura con los corruptos.
Que quede claro, Guillermo Padrés Elías no ha sido absuelto de ninguno de los delitos que se le imputan; su libertad no es producto de su inocencia, en realidad es parte de esa rara amnistía que López Obrador determinó otorgarle a los corruptos.
Cuando Guillermo Padrés llegó al gobierno de Sonora era un empresario “quebrado”, acosado por acreedores y demandado por no pagar sus deudas; nueve años después es un político que tiene los recursos suficientes para garantizar una fianza de 140 millones de pesos. Esa es la mejor prueba de un enriquecimiento muy explicable dados los actos de corrupción que se vieron en su gobierno.
Que recupere la libertad no solamente es un agravio a un pueblo sonorense que padeció sus trapacerías y que vivió seis años viendo su despilfarro y derroche; fue un grupo, no de políticos y sí de pillos, que en lugar de gobernar se dedicó al saqueo y a la rapiña de las arcas estatales; que hicieron del gobierno un gran negocio y que jamás tuvieron el mínimo pudor para arrepentirse de la forma como se llenaron las bolsas de dinero.
Los acuerdos políticos con López Obrador son la llave que abre las puertas de la cárcel a Guillermo Padrés, pero al mismo tiempo echan más sal a la herida de los sonorenses y agravian a un pueblo que solamente pide justicia y prisión para aquellos que se aprovecharon y se robaron todo, hasta los lápices.
Curioso, pero al final de un sexenio lo común es decir que “las ratas empiezan a abandonar el barco”, hoy es al revés: se suben al nuevo bote donde navegarán impunemente y se reirán de quienes pensaron que sus delitos serían castigados.
Liberado Padrés Elías las puertas de la cárcel se abren para otros corruptos y con ello inicia la Cuarta Transformación de la República.
Rafael Cano Franco es reportero y conductor de noticias, también preside el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C.