Columnas

San” Andrés

Por Mario Valdez

Durante 18 años se mantuvo en el ambiente social y político la idea de que López Obrador era un peligro para México.

Tan penetrado quedó aquel mensaje, manejando por sus adversarios políticos –como él los ha catalogado– que actualmente cualquier decisión que tome será cuestionada hasta la médula y ante esta situación se presentan distintos escenarios.

Uno de ellos es que aquella persona que cuestione a LópezObrador será injustamente relacionado con la mafia del poder, que quiere y le gustaría seguir siendo víctima del sistema opresor y corrupto que nos ha gobernado y en automático pasa a ser parte de la militancia del PRIAN.

López Obrador pasa a ser una especie de político inmaculado que toda decisión que toma es avalada por su calidad moral y justificada por esa virtud, toda disposiciónque tome va por la vía correcta, como si se tratara de un Santo en potencia.

Durante toda su vida política que se mantuvo en campaña,cuestionó y denunció los abusos, errores y omisiones de los distintos sexenios y sus presidentes y hoy, a unos días de tomar posición como jefe del ejecutivo federal ha dado muestras de que será un presidente intolerante.

Con la prensa se volcó con calificativos despectivos que lo único que trae como consecuencia es la falta de confianza de un sector, que si bien es cierto no todos son unas peritas en dulce, afecta también a aquellos periodistas que cumplen con el deber de informar y ser el órgano sensorial sociológico, guste o no guste dicha realidad.

López Obrador se ha dado cuenta de lo complicado que es estar del otro lado de la barrera, fue soportado como oposición y no soporta cuestionamientos.

MORENA recogió toda clase de desechos que evidenciarán la falta de calidad moral de un partido que se valió de lo peor de México, emanado de los partidos que tanto criticó, para poder llegar al poder.

Al final demostraron ser igual o peores que los que estaban antes que ellos, la diferencia estriba en que los actuales dirigentes políticos se dan baños de santidad mientras incurren en los mismos errores y lo peor del asunto es que el mexicano por no perder esa última esperanza de tener buenos gobernantes los justifican al decir que los de antaño eran peores.

La realidad es una. Los empresarios con desconfianza, los periodistas descalificados, consultas a modo, próximos secretarios contradiciendo lo que dice el presidente electo, plagios en imágenes institucionales, López Obrador mintiendo ¿Qué se puede esperar?

Y eso que aún no toman protesta.

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