• Cruz Ávila Mondragón fue detenido por agentes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado en aquel año, y no se ha vuelto a saber de él.
• El Gobierno Federal no envió representación a la ceremonia
A nombre del Estado Mexicano, el secretario General de Gobierno, César Jáuregui Robles, expresó una disculpa pública a la familia del ciudadano Cruz Ávila Mondragón, por la violación a sus derechos humanos, y quien sigue desaparecido desde 1999, después de haber sido detenido por efectivos de la entonces llamada Procuraduría General de Justicia del Estado, en el año de 1999.
En cumplimiento del acuerdo de solución amistosa suscrito por el Gobierno del Estado y la familia del hoy desaparecido, gestionado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el funcionario estatal ofreció la disculpa pública y reconoció que hubo irregularidades en las actuaciones iniciales que incidieron en el adecuado desarrollo de la investigación, “y que generaron, lamentablemente, violaciones múltiples a sus derechos”.
“La desaparición de una persona es un delito de la peor naturaleza, ya que esta conlleva la grave afectación a un sinfín de derechos humanos, entre ellos el derecho a la vida, y a la libertad personal, a la integridad y seguridad personal y a el acceso a la verdad”, señaló Jáuregui Robles, durante Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad celebrado este jueves 4 de octubre en el Salón Miguel Hidalgo del Palacio de Gobierno.
El pronunciamiento de Jáuregui Robles tuvo lugar ante la presencia de familiares de la víctima; de activistas pro derechos humanos y de la presidenta municipal de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, y en ausencia de funcionarios del Gobierno Federal.
El secretario general de Gobierno expresó que, sin importar el año cuando se sucedieron los hechos, la administración del gobernador Javier Corral Jurado da respuesta al reclamo de justicia por parte de las personas allegadas a la víctima.
Estos hechos, agregó, “nos llevan a asumir esa responsabilidad en nombre del Estado, de la sociedad y sobre todo del gobierno que encabeza Javier Corral Jurado”.
Como encargado de la política interior del estado, el funcionario expresó su solidaridad hacia la familia y amigos de Cruz Ávila Mondragón: “estoy frente a ustedes reconociendo la responsabilidad del Estado por las violaciones a los derechos humanos”.
Apuntó que, de manera complementaria, asume los hechos ocurridos en el año 2008, cuando el Gobierno del Estado publicó una disculpa pública en medios impresos de la capital del estado, lo cual no satisfizo a la familia de Cruz Ávila Mondragón.
“Independientemente de la fecha que se sucedieron estos hechos, como servidor público me comprometo a buscar por todos los medios el cumplimiento del acuerdo de solución amistosa suscrito para este caso”, señaló.
Previo a la intervención del secretario Jáuregui Robles, hizo uso de la palabra el sacerdote católico Javier Ávila, quien habló a título de ciudadano y presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac), organización de la sociedad civil que acompañó a la familia de la víctima en toda su gestión en demanda de justicia.
Tras agradecer la presencia de la alcaldesa de Chihuahua y el secretario General de Gobierno, el presbítero lamentó “profundamente la ausencia de uno de los grandes responsables del Estado Mexicano, y no darle la bienvenida a quien más debió estar, que es el presidente Enrique Peña Nieto o de alguno de sus enviados”.
Han pasado casi 20 años desde que, un día lunes de febrero de 1999, Cruz Ávila Mondragón fue detenido por agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal cuando se disponía a regresar a la ciudad de México, junto con Misael Labra Domínguez. Fueron detenidos por agentes de seguridad pública municipal, acusados de haber pretendido robar una escalera industrial “con un peso aproximado de 200 kilos”, recordó el padre Ávila.
En su turno, en el uso de la palabra, Beatriz Adriana Ávila, hija del hoy desaparecido, dijo que los 19 años de ausencia de su padre han sido de sufrimiento y dolor para toda su familia. “Nos privaron del amor de un padre, que ya no nos vio crecer, y que a pesar de los años, nos sigue haciendo falta”, dijo.
Alejo Ávila Hernández, familiar del desaparecido, señaló que las personas que lo detuvieron eran las encargadas de velar de la seguridad de las personas que pasan por este estado, tratando de llegar a los Estados Unidos, “en busca de trabajo para darle una vida digna a su familia”.
Aunque enfatizó que la sola disculpa no da una satisfacción a la familia, reconoció el acto del Gobierno del Estado: “estas personas son valientes porque dan la cara, cuando otras personas se echan la bolita de uno a otro”.