Los morenistas chihuahuenses condenamos enérgicamente el artero atentado del cual fue víctima el pasado viernes nuestro alcalde electo del Municipio de Gómez Farías, el Doctor Blas Juan Godínez Ortega; un honorable ciudadano caracterizado por su servicio a la comunidad, que logró el triunfo en la contienda del 1 de julio, abanderado de la Coalición “Juntos Haremos Historia”.
Este acontecimiento, aunado al sangriento ataque a los policías estatales en Bocoyna, es una clara muestra de que el estado atraviesa por una de sus peores crisis de inseguridad y violencia generalizadas, la escalada delictiva es recurrente en Chihuahua y la ineficacia del gobierno del estado es descomunal. Pareciera que nuestra entidad ha involucionado a la peor etapa de la guerra padecida en el gobierno de Calderón.
Es evidente a todas luces que la “estrategia” del gobierno de Corral ha fallado y fracasado rotundamente, y esta deficiencia cobra cotidianamente la vida de decenas y centenas de hermanos chihuahuenses, cuyos crímenes quedan impunes en la mayoría de los casos. Sostenemos que Javier Corral no puede transitar el tiempo que queda de su gobierno convertido en un agente de ministerio público empecinado en ocupar todo el tiempo, esfuerzo y recursos de su gobierno en una persecución de bandidos, a los cuales responsabiliza eternamente del gran fracaso de su gobierno.
En necesario exigirle al Gobernador Corral una vez más que se asuma como jefe del ejecutivo, estamos de acuerdo en que la corrupción duartista debe ser castigada, sin embargo el gobierno del estado no puede dedicarse, exclusivamente, a ser una oficina del Ministerio Público, llamamos al gobernador a replantear urgentemente la estrategia, si es que existe, de combate a la galopante inseguridad; exigimos a Corral tome las riendas del gobierno y cumpla con su deber de garantizar la paz y la tranquilidad en Chihuahua; es ridículo que sus vendettas contra los duartistas sean el tema más importante de su agenda de gobierno, cuando el terror, la muerte y la barbarie anegan a nuestro estado en un mar de sangre.