Caso 1.- Un soldado que antes de partir a la guerra lo tiene todo: familia, casa, vehículo, hijos, amigos… salud; vive en alegría y armonía. Después de meses o años de combate regresa a casa pero con un brazo y una pierna cercenados causados por una explosión de granada.
Caso 2.- Una madre de familia que enfrentó la desgracia de haber perdido a su cónyuge víctima de un asesinato; no obstante, la fémina, con hijos aún menores de edad, se queda sin ingresos económicos debido a que en un incendio accidental perdió su casa y negocio.
Las adversidades físicas, materiales y espirituales de la vida, hacen que en la gran mayoría de los casos las personas se rindan. No ven esperanza ni motivación para comenzar de nuevo y emprender el camino.
En la búsqueda del significado de esta palabra “resiliencia”, no se encontró una definición precisa, sin embargo en el terreno de la psicología lo conocen como la competencia de sobreponerse a la adversidad de la vida.
Desde la vivencia criminal, delictiva y de violencia en la última década, así como de inseguridad y de inestabilidad social, el uso de la “resiliencia” se hizo más común, de tal manera que en la administración estatal anterior, desde su instancia de seguridad pública, fue aplicada para el reposicionamiento social del individuo y la comunidad.
Con este antecedente descriptivo, ¿cómo se sobrepondría el soldado para superar tan lastimoso acontecimiento? (Caso 1); ¿Qué medidas debiera haber aplicado la madre de familia, viuda, sin hogar y sin trabajo? (Caso 2)
El común de las personas sentirían que el mundo les fue cerrado; creerían que parte de su vida terminó con este suceso. Cerrarían sus ojos y no verían más allá, no pensarían en superar el mal trato y se resistirían a levantarse.
Pues bien, existen cientos de casos de personas exitosas que se recuperaron del “golpe de vida” y con persistencia, optimismo, confianza y deseo, lograron retomar su destino de vida.
A nuestro alrededor sabemos de gente que enfrentó el problema con mucha frialdad y madurez. Hoy son reconocidos personajes de la música, del deporte, la medicina, las artes, la filantropía y las ciencias.
Por ello hay quienes consideran que a resiliencia debiera ser reconocida en la academia, sobre todo en las áreas del Derecho, las ciencias sociales, la docencia y la filosofía, como una manera de dar salida a quienes ven truncadas esperanzas de vida y recurren a otras prácticas.
Sin embargo este análisis también podría aplicarse a docentes y a padres de familia como una manera de saber atender casos en los que hijos y alumnos quieren dar por terminada su vida cuando lo inesperado les desvía y les corta sus esperanzas, sus sueños, sus metas.
La sociedad necesita de la sociedad; todos nos necesitamos. La adversidad de la vida debe enfrentarse y vencerse. Quién se levanta y camina, gana más que aquellos que sin avanzar no se arriesgan y ahí se quedan conformados con los pasos que dieron.
Los mexicanos no estamos preparados para sobreponernos de los inesperados tropiezos de la vida; no sabemos cómo reaccionar cuando por accidente o por alevosía vemos truncadas nuestras metas, nuestros proyectos, por eso un reconocimiento para aquellas personas que lograron vencerlas y ahora representan casos de éxito, de ejemplo.