Quise dejar pasar unos días esta colaboración para poder digerir la derrota del TRI y, en espera a que este próximo domingo haya nuevo Campeón del Mundo, celebrado en Rusia.
Se acabaron las ilusiones y las esperanzas de los mexicanos por ganar la Copa del Mundo de fútbol o avanzar lo más que se pudiera, ya cuando menos llegar a un quinto partido, lo que nunca ha sucedido en la historia de esta justa que arrancara en 1930, con el triunfo de Uruguay.
Al ganar los dos primeros juegos, ya con el primero, se cantaba victoria al estilo muy mexicano, lo que nunca ha sido aconsejable ni con los buenos equipos, porque no se gana hasta que se gana. Ya lo decía el gran Yogi Berra, el que llegó a ser legendario, por su calidad como deportista como por sus expresiones muy sabias. Nunca sentía, el excelente cátcher y fielder de los Yankis, que el juego estaba seguro de perderse o de ganarse, por más abultado que estuviera el marcador. Solía decir: “esto no se acaba hasta que se acaba”.
Y Bob Canel, un cronista cubano que llenó toda una época dentro del boxeo y el béisbol, en la época de la radio, recomendaba al espectador que se aguantara hasta el final. “No se vayan, que esto se pone bueno”, expresaba y pues muchos sabían que el viejo era un viejo sabio.
Así en lo que se refiere al equipo nuestro, al que le dio la puntilla Brasil, siempre nos volamos con algunos partidos ganados, pero eso hace daño al mismo seleccionado y al entusiasmo y la fe de los aficionados por el conjunto tricolor. Siempre hay que decir, al obtenerse una victoria: “ganamos, ahí la llevamos, adelante”; pero mucho cuidado con subir a los cuernos de la luna a los jugadores, porque se pueden caer en el ascenso.
En los tiempos contemporáneos se ha afianzado en la moral de los deportistas, la frase orden, de jugar para ganar, lo que resulta estimulante para el que piensa así, pero también hay que estar preparado emocionalmente para no arrumbarnos si no se gana.
Viene a la memoria la frase que durante muchos años privó entre los atletas y el público y que era: “lo importante en el deporte no es ganar sino tener el honor de participar”. ¿Sabe usted, quién es su autor? Pues ni más ni menos que el barón de Coubertain, el creador de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Pierre de Coubertain la pronunció en 1896, y así la dejó grabada para la historia por muchos años. Sin embargo, los padres les decían -todavía en la actualidad se escucha la voz- a sus hijos, que no se hicieran a un lado al jugar, y que no se les olvidara que lo importante no es ganar sino participar.
Definitivamente, hay que prepararse para ganar, si no, es difícil alcanzar las metas, se pierde el entusiasmo, se pierden las garras. Si se pierde, se pierde, ya ni modo, pero el ideal del triunfo debe permear el entrenamiento y los sueños por figurar.
Así, llega el final del futbol en Rusia, al menos lo que interesaba más a la mayoría de los aficionados mexicanos al deporte de las patadas, que era el triunfo del TRI. Y también pasó el proceso electoral del 2018 y con ello, toda la pasión por la victoria.
¿Qué viene? las vacaciones…