Pasada la euforia de las elecciones y de la participación de la selección mexicana en el Mundial de Rusia, tenemos que seguir machacando con el tema de las agresiones a los periodistas.
Desafortunadamente la Jornada Electoral no fue la excepción para que alguno de los integrantes del gremio en Chihuahua e incluso en el país, fueran agredidos mientras hacían su trabajo de informar a la ciudadanía.
Esto sucedió en Parral, Chihuahua, donde el reportero de una radiodifusora local.
Fernando Lara Guerrero, el reportero que fue agredido se desempeña como comunicador de la radiodifusora “La poderosa de Parral”; está contendiendo como suplente a una regiduría en la planilla del candidato José Luis Martínez.
La agresión ocurrió mientras Lara cubría una noticia en un de las casillas, hasta donde llegaron tres hombres y sin más lo golpearon, provocándole lesiones de consideración.
Como hemos insistido, es necesario que existan mecanismos de protección para que los comunicadores puedan ejercer su profesión libremente porque la situación es cada vez más incontrolable.
Aunado a ello, debe haber acción de la justicia para castigar a los culpables, porque también lo he dicho: la impunidad generará que todo mundo se sienta con la posibilidad de agredir a los periodistas que cumplen con su trabajo, a fin de cuentas que “no pasa nada”.
También he reiterado en diversas tribunas que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), dependiente de la Procuraduría General de la República, se ha quedado chiquita en cuanto a defender a los comunicadores.
En Parral son varios los casos recientes, uno de ellos, de presuntos militares que agredieron a periodistas del periódico El Sol de Parral mientras realizaban una cobertura informativa.
En ambos casos hay denuncias y en ambos casos no hay signos, muestras de que la fiscalía en mención se interese al menos en esclarecer los asuntos.
Hasta el 2017, tras los últimos 17 años, se habían registrado en México 114 homicidios de periodistas en México, la mencionada Fiscalía tenía conocimiento únicamente de 48 casos porque atrajo los expedientes, pero sin ningún resultado (Miguel Ángel Puértolas, Milenio, mayo 2017).
Eso da como resultado el alto grado de impunidad que existe en las agresiones contra los periodistas.
Lo anterior, si tomamos en cuenta que ya en el país van cinco asesinados tan solo en el primer semestre de 2018 y otro número similar de agresiones físicas, lo que sitúa a México en un nada honroso lugar de impunidad en este tipo de delitos.
Esperemos que el nuevo régimen si tenga entre sus pendientes esta agenda y si no lo es, ojalá que sea abierto a escuchar a los periodistas.
Escríbame a jefeenrique@yahoo.com.mx
