La presencia y actividad humana afecta al resto de las especies de muchas formas. Ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad de Berkeley ha descubierto que nuestra especie está provocando un cambio en los hábitos del resto de mamíferos, haciendo que estos sean cada vez más noctámbulos.
Los autores del estudio analizaron los hábitos de 62 especies de mamíferos de todos los continentes y han descubierto que de media pasan un 20% más de tiempo viviendo de noche de lo que era habitual. Hay que especificar que la investigación se centró en animales que tradicionalmente eran de hábitos nocturnos. Pero, ¿a qué se debe este cambio?
Pues la respuesta es muy sencilla. Se trata de una estrategia para evitar el contacto con los humanos. Según los autores del estudio, este cambio en los hábitos de dichas especies tiene consecuencias positivas pero también negativas. Entre las primeras, favorece la convivencia entre humanos y animales.
Pero también puede afectar negativamente a estas especies ya que, a largo plazo, puede acarrearles problemas de salud o afectar a su capacidad de reproducirse. Además, aumenta el riesgo de exposición de muchos de estos animales a los depredadores nocturnos.
Fuente. IFL Science.