México

“El PAN debe renovarse o morir”; dice Ricardo Anaya

Ricardo Anaya Cortés, senador del Partido Acción Nacional (PAN) y excandidato presidencial en 2018, emitió una fuerte advertencia sobre el futuro de su partido, señalando que si el PAN no realiza una apertura radical hacia la ciudadanía ni modifica sus estatutos, podría volverse irrelevante. en el panorama político de México.

“Este es un momento en el que el PAN tiene un dilema, renovarse o morir”, afirmó Anaya en una entrevista con El Sol de México, subrayando la importancia de la renovación interna que el partido necesita.

Esta advertencia surge en un contexto de creciente tensión dentro del PAN, mientras se prepara para la elección de su nueva dirigencia, un proceso que culminará el próximo 10 de noviembre.

A lo largo del proceso, ha habido divisiones y críticas internas, una de las más destacadas provenientes de Manuel Gómez Morín, consejero nacional del PAN y nieto del fundador del partido, quien ha advertido que el PAN podría perder entre 30 mil y 40 mil militantes. si el proceso de renovación continúa de la manera actual. Según Gómez Morín, el PAN está “secuestrado” por personajes como el actual dirigente, Marko Cortés, y por el propio Ricardo Anaya.

Frente a estas críticas, Anaya aseguró que respeta las opiniones divergentes dentro del partido, pero dejó claro que no las comparte. A pesar de la controversia, evitó criticar directamente la gestión de Marko Cortés, quien lo sucedió en la presidencia del PAN, y prefirió enfocarse en el futuro del partido, destacando la importancia de llevar a cabo una renovación adecuada que permita al PAN seguir siendo útil. para México. “Yo creo que estamos a tiempo, y si el PAN lo hace bien, podemos seguir sirviendo al país”, declaró Anaya.

Uno de los puntos críticos para el PAN es la disminución de su militancia, lo que pone en riesgo su registro como partido político nacional. Según cifras oficiales, el PAN cuenta actualmente con 277 mil 665 militantes, una cifra que apenas supera los 260 mil 85 ciudadanos requeridos por la ley, lo que implica que el partido conserva su registro por un margen muy estrecho de solo 17 mil 580 militantes.

Esta situación ha generado preocupación entre varios miembros del partido, quienes temen que el PAN pueda estar en peligro si no se toman medidas urgentes.

Al respecto, Anaya expresó su confianza en que el PAN todavía está a tiempo de tomar la decisión correcta, abriendo a la ciudadanía y asegurando su relevancia política en el futuro.

Señaló que la apertura y la modificación de los estatutos deben ser una prioridad para el partido, lo que implicaría convocar una asamblea nacional extraordinaria para revisar las normas internas y estructurales que rigen al blanquiazul.

En cuanto al proceso interno para elegir a la nueva dirigencia, Manuel Gómez Morín ha sido uno de los críticos más vocales, denunciando que el padrón de militantes no es confiable y que el partido ha sido “cooptado” por la actual dirigencia y otras figuras de poder dentro del PAN, como Santiago Creel y varios exgobernadores.

Según sus acusaciones, tanto Anaya como Marko Cortés han mantenido un control estricto sobre el partido, lo que ha limitado la participación democrática en la elección de la nueva dirigencia.

A pesar de estas acusaciones, Anaya ha optado por no responder directamente a sus detractores, señalando que la libertad de expresión es una característica fundamental del PAN, lo que permite a todos los militantes expresar sus opiniones sin censura.

Sin embargo, reconoció que la situación interna del partido es delicada y que es fundamental cerrar filas después del proceso electoral para trabajar en la apertura y transformación que necesita el PAN.

Anaya también hizo un diagnóstico preocupante sobre la situación política del país, describiéndola como una crisis doble. Por un lado, criticó la “soberbia” del oficialismo, representado por el partido en el poder, que mantiene una mayoría en el Poder Legislativo y, según Anaya, está llevando al país hacia un régimen autoritario. Por otro lado, admitió que la oposición, incluido el PAN, se encuentra en crisis.

Esta debilidad en la oposición, sumada a la fuerza del oficialismo, ha creado un escenario político complicado para México, donde la gobernabilidad democrática está en riesgo.

A pesar de esta situación crítica, Anaya se mostró optimista sobre las posibilidades de que el PAN juegue un papel relevante en la construcción del futuro del país, siempre y cuando se tomen decisiones audaces y se realicen los cambios necesarios.

Subrayó la importancia de aprovechar este momento para replantear la estructura del partido y abrirlo a la sociedad, lo que permitiría al PAN no solo mantener su registro, sino también retomar su lugar como una fuerza política significativa en México.

La elección de la nueva dirigencia del PAN, en la que compiten el diputado Jorge Romero y la exdiputada Adriana Dávila, será un momento decisivo para el futuro del partido.

La esperanza de Anaya y otros líderes panistas es que, después de esta renovación, el partido sea capaz de cerrar filas y comenzar una nueva etapa de apertura y fortalecimiento interno que le permitirá ser una oposición efectiva ante el oficialismo y contribuir de manera positiva al desarrollo. de México.

En resumen, Ricardo Anaya ha planteado una visión clara sobre el futuro del PAN: renovarse o morir. La elección interna, los cambios estructurales y la apertura a la ciudadanía serán los pilares para asegurar que el partido siga siendo útil y relevante en la política mexicana, en un momento en el que la crisis interna de la oposición es tan grave como la amenaza de un régimen autoritario encabezado por el partido en el poder.

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